miércoles, 7 de octubre de 2009

La hucha


La Economía es una disciplina de la Historia. Los economistas son buenos arqueólogos pero malos futurólogos. La actual crisis los pilló "in albis". Eso sí, despúes han jugado todos a exégetas de la misma. Nos venden sus libros, sus artículos y comentarios diariamente. Algunos, incluso se atreven a aconsejarnos sobre lo que tenemos que hacer con nuestro dinero. Menos mal que no le hacíamos caso antes, y por supuesto ahora tampoco se lo vamos a hacer.
Si uno se molestase en recoger las diversas opiniones sobre la génesis de esta actual crisis y la manera de salir de ella, podría encontrar argumentos en una línea y en su contraria para explicar lo mismo. Lo realmente asombroso de todo este embrollo es que un mismo experto, dependiendo del día, tiene la explicación A o B y la salida C o D.¡Qué horror!
La gente llana escribe su novela diaria con metáforas de sentido común y prudencia. Entiende perfectamente cuando está el horno para bollos o no. Hace unos años nos vendieron la moto de "Un mundo feliz" que se resumía en la siguiente proposición: tú mereces vivir por encima de tus posibilidades, tengas o no dinero. Si lo tienes lo gastas y si no, lo pides y te endeudas. Y ya saldrá el sol por Antequera. A ese nuevo ciudadano, con mal trabajo, poco dinero, muchas deudas y vida por encima de sus posibilidades, lo denominó el experto Leopoldo Abadía, padre de mi compañera de clase, el ciudadano "Ninja".
Una vez que todo parece volver a la cordura, a los españolitos de a pie nos ha dado por ahorrar. No es mala cosa esa, la de vivir por debajo de las posibilidades de uno. Nos dicen los expertos que eso es malo porque no alienta al consumo y por tanto se paraliza la actividad económica. Nos dicen: usted debe gastar para que otros tengan su oportunidad, aunque deba lo que gaste. Y nosotros decimos: la hucha no se toca. Mañana veremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las discrepancias de los economistas son mas visibles que en otros campos científicos porque afectan a todo el mundo mientras otras ciencias se quedan reducidas a la comunidad científica. Estoy de acuerdo con lo beneficioso que es vivir con menos, tengo amigos cooperantes que me dicen que han aprendido que se puede vivir con poco.