lunes, 22 de febrero de 2010

La nube de la gasolina


La gasolina se pasea diariamente por las nubes. Conocedora de la admiración que le profesamos no quiere mezclarse con el pueblo. Si bajara su precio la haría más accesible, y ella considera que se haría vulgar. Situación por la que no quiere pasar. Y en eso que todos semanalmente debemos ir a su encuentro, que no deja de ser un acto necesario, nada exclusivo y siempre caro.
Nos hicieron ver que el precio del petróleo nada tenía que ver con su valor. Los voceros de las compañías distribuidoras nos decían que el indicador de referencia para fijar los precios de nuestra cara amante, no es el precio del petróleo, sino la cotización internacional de los productos petrolíferos refinados. Los combustibles se negocian en referencia a las cotizaciones del Platt, que es un mercado de futuros y opciones de productos derivados del petróleo. Las tasas del Platt están influidas inevitablemente por la cotización del crudo, que marca la tendencia, pero también por una serie de variables específicas de este mercado, que parece ser que los personas normales no podemos entender.
La cosa cambia cuando sube el precio del petróleo. En ese momento la política de comunicación de las petroleras es bien sencilla: "Señores la materia prima sube, por tanto es inevitable la subida de precios en el producto derivado". Para eso no somos ciudadanos poco doctos en las cotizaciones del Platt. Además siempre añaden que cuando sube el petróleo el movimiento de ascenso en los precios de la gasolina es casi correlativo, no así cuando descienden, argumentando que un moviviento de caída de un 25% sólo puede llegar a producir un 10% como mucho de descenso en los precios. Siempre se les olvida decir que las compañías de distribución de derivados del petróleo han pasado de unos márgenes de 4 céntimos en 2006 a 10 céntimos en la actualidad y además con un tufo muy intenso a monopolio.Tampoco interesa olvidar que del precio que pagamos por litro de gasolina, el 40% es debido al precio del crudo, el 10% es el margen de la empresa y el 50% restante son impuestos. Demasiados comensales.
El barril de petróleo está fluctuando entre los 70 y 80 dolares y nosotros seguimos con la gasolina cara en un entorno de crisis económica generalizada, con subidas estables con respecto al año anterior de más de un 10%.
El pasado sábado cuando reposté gasolina y observé el precio de la misma quise subirme a la nube en la que ella viaja. Desgraciadamente no pudo ser y debo conformarme con el fastidio que me procura el dichoso Platt. Todo esto me huele mucho a la terminología ininteligible utilizada también por las entidades financieras que finalmente nos lanzan el mismo mensaje y que se resume: "El ciudadano siempre paga".

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