miércoles, 21 de octubre de 2009

Fútbol:testigo de cargo


El fútbol es la excusa perfecta de nuestros días. Es el testigo de cargo de nuestra actualidad . No puede entenderse la sociedad sin su aportación. El día amanece y se duerme entre crónicas futbolísticas, y nosotros portando el dorsal a la espalda.
He defendido en muchas ocasiones que la civilización occidental dejaría como su mejor legado al humanismo. Pero eso es un craso error. Petrarca no tuvo la culpa, pero los ingleses inventaron en el siglo XIX, nuestra gran aportación a la cultura: el fútbol. Olvidaron el papel y la pluma, y se interesaron por el cuero de una esfera que conformaba el balón. Esencia y fin último de las aspiraciones del hombre.
Creíamos que el debate en el parlamento español sobre el proyecto de ley de presupuestos para el 2010 concitaría el mayoritario interés de los españoles. Intentaron restarle relevancia las diferentes investigaciones de casos de probable corrupción. Tampoco quisieron quedarse atrás algunas noticias internacionales, como el enfrentamiento de Obama con la cadena televisa Fox. Pero todo eso ha sido anecdótico.
Nuestro interés se centra en el pobre juego del Málaga, el desconocido Barcelona en la Champions y la tragedia italiana titulada "El Madrid de Pellegrini al desnudo".
Nos interesan más las rotaciones de los jugadores de los equipos grandes que la evolución del euribor, para placer de los líderes políticos.
España no necesita economistas, empresarios, trabajadores, gobernantes, sindicatos y demás especies civilizadas. Estamos a la espera de más entrenadores, preparadores físicos, jefes de prensa, masajistas, periodistas y demás expertos en la materia.
El día que vuelva a entrar la dichosa pelotita en la porteria, España habrá salido de la crisis. La crisis en España es una crisis de fútbol.

martes, 13 de octubre de 2009

Oda al euribor


Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase la hipoteca.
¡Cuánta “malaleche” dormía en sus entrañas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarla!
¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el banquero
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y sangra!».

Es esta una nueva versión de la famosa rima de Bécquer. El “euribor” concita más desvelos y versos que la belleza de cualquier mujer amada. Nunca antes tres cifras, separadas por un punto, habían acompañado tanto el sueño de hombres y mujeres.
Qué belleza sin igual es la que ha acompañado al portavoz del Banco Central Europeo cuando anunció con endechas los nuevos atributos del bello índice para el próximo año.
Esta revisión de la hipoteca es mucho más bella si cabe, porque sintiéndose herida por las miradas inquisidoras del amado despechado, no ha querido elevarse hasta alcanzar el 1,30.
Los versos de las hipotecas en el año próximo rezumarán lozanía y estarán tocados de aventuras imposibles, que harán olvidar los lamentos y versos trágicos de todo este año que quiso alcanzar el 6 para jodienda y disgusto del personal. No hubo mayor ofensa todo este año que las ganas de grandeza del maltrecho “euribor”, pero no ha habido mayor recompensa que su descenso a los infiernos. Dios lo mantenga ahí por mucho tiempo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La hucha


La Economía es una disciplina de la Historia. Los economistas son buenos arqueólogos pero malos futurólogos. La actual crisis los pilló "in albis". Eso sí, despúes han jugado todos a exégetas de la misma. Nos venden sus libros, sus artículos y comentarios diariamente. Algunos, incluso se atreven a aconsejarnos sobre lo que tenemos que hacer con nuestro dinero. Menos mal que no le hacíamos caso antes, y por supuesto ahora tampoco se lo vamos a hacer.
Si uno se molestase en recoger las diversas opiniones sobre la génesis de esta actual crisis y la manera de salir de ella, podría encontrar argumentos en una línea y en su contraria para explicar lo mismo. Lo realmente asombroso de todo este embrollo es que un mismo experto, dependiendo del día, tiene la explicación A o B y la salida C o D.¡Qué horror!
La gente llana escribe su novela diaria con metáforas de sentido común y prudencia. Entiende perfectamente cuando está el horno para bollos o no. Hace unos años nos vendieron la moto de "Un mundo feliz" que se resumía en la siguiente proposición: tú mereces vivir por encima de tus posibilidades, tengas o no dinero. Si lo tienes lo gastas y si no, lo pides y te endeudas. Y ya saldrá el sol por Antequera. A ese nuevo ciudadano, con mal trabajo, poco dinero, muchas deudas y vida por encima de sus posibilidades, lo denominó el experto Leopoldo Abadía, padre de mi compañera de clase, el ciudadano "Ninja".
Una vez que todo parece volver a la cordura, a los españolitos de a pie nos ha dado por ahorrar. No es mala cosa esa, la de vivir por debajo de las posibilidades de uno. Nos dicen los expertos que eso es malo porque no alienta al consumo y por tanto se paraliza la actividad económica. Nos dicen: usted debe gastar para que otros tengan su oportunidad, aunque deba lo que gaste. Y nosotros decimos: la hucha no se toca. Mañana veremos.

lunes, 5 de octubre de 2009

San Juan de la Cruz y la Generación del 27


Reproduzco a continuación el texto que he remitido a la comisión de mi pueblo que prepara la celebración de las fiestas en honor de nuestro Patrón, el insigne San Juan de la Cruz. Confío en que os guste:



La poesía es lo exquisito del lenguaje en el hombre. Es el manjar postrero del festín de una lengua. La prosa es del todo insuficiente para conocer al hombre. El verso representa lo elevado en una cultura. No hay civilización adelantada que no conozca de métricas, estrofas y poemas. El hombre ama, ríe, sufre y critica en verso. En rima consonante nace y en asonante muere.
La cultura europea dio a luz al Renacimiento que entronizó lo humano. Gracias a él, conocimos en España en el siglo XVI, al Siglo de Oro de nuestra literatura. La poesía de aquella centuria fue su mayor tesoro. Con reminiscencias de un elevado neoplatonismo emergente y un rastro de la sabia poesía popular, apareció el humanismo renacentista. El humanismo fue la mayor conquista de una civilización occidental que situó al hombre como medida de todas las cosas y dejó el encargo de velar por la dignidad de cada uno de los hombres hasta el fin de los siglos.
La poesía se convirtió en exquisitez gracias a las manos de un humilde frailecillo Carmelita Descalzo que buscando la santidad, necesitó de escribir bellos e intensos versos. San Juan de la Cruz, en palabras de Dámaso Alonso, “el más alto poeta de España”, representó la poesía del Siglo de Oro de España sin él quererlo, ni buscarlo.
Prisionero de los Calzados en Toledo, entre privaciones e injusticias, no se ocupó de otra cosa que de pedir a su carcelero, fray Juan de Santa María, algo de tinta y papel para escribir algunas cosas de devoción con las que entretenerse. Allí, en aquella soledad sonora, compone la mayoría de los versos de su “Cántico Espiritual”.
Muchos sucesos ocurrieron posteriormente en la vida del frailecillo reformador, al que gustaban los versos para alcanzar con su alma a su “Amado”, hasta que pudo retocar aquellos primeras estrofas de su obra cumbre en el Convento de La Peñuela en el corazón de Sierra Morena. Tiempo tuvo también en aquella soledad serrana de entregarse a la escritura de un libro sobre los milagros de las imágenes de Guadalcázar. Desgraciadamente esta obra se perdió.
Llama la atención que estos versos querían ser alimento para las almas que buscaban a Dios en el seno de su proceso reformador carmelita. Muchos de sus versos tenían de destinatarias a las monjas del convento de Beas de Segura en Jaén, por ejemplo. No tuvieron pretensiones literarias primarias, ni se afanó el carmelita con búsqueda alguna de notoriedad o fama.
Los textos sanjuanistas fueron ignorados por la crítica literaria durante siglos. Algunos eruditos de principios del siglo XIX se interesaron por los versos del carmelita, pero es necesario esperar a Menéndez Pelayo, y a su discurso en la Real Academia Española en 1881, para poder hablar del interés del mundo literario por San Juan de la Cruz. Desde ese momento son incontables los expertos interesados en comprender y valorar la peculiaridad de la obra del místico castellano. Los poetas han jugado un papel especial a la hora de la recuperación y difusión de los versos de San Juan de la Cruz.
Hubo frecuentes referencias de los miembros de la Generación del 98 a la obra poética del carmelita. De manera análoga, Juan Ramón Jiménez se deshizo en elogios en su obra “Ideología”, con la poesía del frailecillo. Pero debemos afirmar que la recuperación poética de San Juan de la Cruz llegó de la mano de los escritores de la Generación del 27. Además desde un doble sentido. En primer lugar, desde la perspectiva crítica, a través de una amplia y sensitiva labor exploradora e investigadora sobre los textos sanjuanistas, principalmente sobre su poesía, que conduciría a la alta valoración de la que actualmente goza. A esta labor se dedicaron fundamentalmente Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Federico García Lorca, como quedó patente en su conferencia en 1928 de Granada, titulada “Imaginación, inspiración, evasión”, donde analizaba la obra de Góngora y San Juan de la Cruz.
En segundo lugar, los poetas de la Generación del 27 se revelaron como verdaderos asimiladores de la poesía de San Juan, pues en sus escritos su huella es perceptible, lo que presupone una concepción poética contemporánea del poeta carmelita. El seguimiento de esta característica se ha llevado a cabo en los “Sonetos del amor oscuro” de García Lorca, aunque el rastro es más evidente en otros autores como Guillén, que puede ser estudiado en su obra “Lengua y poesía”, que recoge una serie de conferencias dictadas por él en la Universidad de Harvard.
Por primera vez en el estudio literario, se acercó la crítica especializada, en este caso ejercida por los poetas de la Generación del 27, desde una perspectiva no únicamente religiosa.
Luis Cernuda, se distanció de la posición de los restantes miembros de su generación, por considerar que, si se prescindiera del contenido místico, se privaría a la poesía de San Juan de la Cruz de su más alta calidad. Escribió: “Lo maravilloso no es sólo la perfección de su obra, sino que toda esa obra, verso, comentario, aforismo o carta, fue escrita por fuerza de amor, para enseñar a otros el camino del amor”.
Escribir sobre La Carolina es encontrarse con La Peñuela. Este sencillo y desaparecido convento nos invita a encontrarnos con San Juan de la Cruz.
El otoño es la excusa para Sierra Morena. El frío continental baña un paisaje que en poco envidia la primavera más triunfante de otros lugares vecinos. Los olivos ofrecen sus aceitunas y su serenidad al viajero, y las encinas repletas de bellotas saludan a los ciervos y jabalíes que se disputan tan gran manjar.
Noviembre es el mes del santico de La Peñuela, San Juan de la Cruz, en La Carolina. Mientras quede un carolinense vivo, éste hará fiesta en el lugar en que se encuentre, recordando al poeta del amor cada Noviembre de su vida