Los madridistas anoche nos fuimos a la cama ofuscados. Parece que existe una especie de maldición y nuestro equipo por más que lo intente y haga méritos suficientes, no termina de ganarle al Barsa en su campo. El Barcelona obtuvo un magnífico resultado visto el juego que desplegó ayer en el Bernabéu.
Un análisis superficial nos llevaría a creer que no hay forma de ganarle al Barcelona, que sin jugar bien, no haber entrenado casi nada, sigue sin poder ser batido.
Yo no quiero quedarme ahí. Ayer el Madrid estuvo por encima del club catalán, con menos acierto, pero con más propuestas de fútbol y dibujando el camino por donde puede ganarle la partida a su eterno rival. No tuvo demasiado acierto, pero el tono del equipo fue bueno, no dejó jugar al Barsa y gozó de numerosísimas ocasiones que no convirtió en gol. En el fútbol no hay justicia y por tanto podemos confiar en que la fortuna alguna vez nos sonreirá. Los catalanes están haciendo un análisis muy positivo del encuentro y deberían estar mucho más preocupados, no tejieron su juego habitual y su mejor jugador fue el portero. El Madrid no debe deseperar, y creer en ese juego que seguro que antes o después le dará el resultado que merece. Sí debo señalar un pero, la defensa blanca. Pepe y Ramos, partido a partido muestran que no pueden jugar en a zaga madridista.
Mourinho debe irse contento con el empate de ayer, y creer que en Barcelona se puede ganar, porque hoy por hoy tiene más argumentos futbolísticos que los culés. Ojala se olvide de lo extradeportivo y se centre en lo que él verdaderamente es un experto.
Ánimo madridistas, no todo está perdido.
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