La primavera es la hermana adolescente de las estaciones. Con desparpajo se atreve a ir acercándose al sol, y todo lo agradecemos.
El pasado invierno fue un señor frío enfundado en un traje gris, que ha portado durante mucho tiempo un paraguas.
Cambiamos de atuendo, y debieramos hacerlo de actitud frente a la vida. Las crisis paren personas rocosas pero enperanzadas.
Los diferentes pólenes participan en la fiesta, y sirven de aperitivo todo tipo de antihistamínicos, corticoides y broncodilatadores. Las hormonas nos recuerdan que somos hombres y mujeres, y nos invitan a estrechar lazos.
Málaga en pocos días conocerá sus jornadas de pasión, pero estará presta a vivir sus días de gloria. Málaga es la poesía de esta primavera.
El pasado invierno fue un señor frío enfundado en un traje gris, que ha portado durante mucho tiempo un paraguas.
Cambiamos de atuendo, y debieramos hacerlo de actitud frente a la vida. Las crisis paren personas rocosas pero enperanzadas.
Los diferentes pólenes participan en la fiesta, y sirven de aperitivo todo tipo de antihistamínicos, corticoides y broncodilatadores. Las hormonas nos recuerdan que somos hombres y mujeres, y nos invitan a estrechar lazos.
Málaga en pocos días conocerá sus jornadas de pasión, pero estará presta a vivir sus días de gloria. Málaga es la poesía de esta primavera.
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