El año 2010 se cierra con la luz queriendo alcanzar las nubes y los políticos empequeñeciendo el Pacto de Toledo. A pesar de todo y todos, procuraremos sentarnos la noche del 31 cerca de los nuestros y con la esperanza de que el 2010 no quiera clonarse en el año que entra.
Sabemos que el día 1 de Enero de 2011 será muy parecido al 15 de Diciembre o al 22 de Noviembre de este año, pero necesitamos creer que puede ser diferente. Queremos apostar por el cambio. No podemos seguir transitando por los caminos del pesimismo y el ensimismamiento.
Querer no es poder. Lo contrario es lo que piensan los "buenistas" y los expetos en "autoayuda". Pero a pesar de eso, debemos empezar a creernos que podemos. Desde la sencillez, con rectitud de intención y actitud sacrificada y generosa cada uno de nosotros debemos plantarle cara a la crisis y comenzar a invertir lo mejor de nosotros mismos en revertir esta tendencia negativa.
Debemos volver a creer en las personas, en las que hacen grande al hombre y pequeña a la dificultad. Cada uno, en su rincón, en su responsabilidad, debe tratar de sumar en esta sociedad que está a las puertas de cerrar por liquidación. No debemos olvidarnos de los más débiles y vulnerables, tenemos que protegerles, y exijamos a las personas de talento que lo pongan al servicio de todos.
Les deseo un feliz 2011 y que Dios nos bendiga.
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