miércoles, 16 de febrero de 2011

Operación Triunfo no da para una canción

Telecinco ofrece a diario su menú a los españoles. Sin duda ha sido la cadena comercial que más ha deconstruido la parrilla televisiva. Las "Mamachicho" fueron pecadillos de juventud para un canal que ha devuelto al corazón a su condición de víscera vulgar y a las cuestiones de alcoba las ha elevado a asuntos de estado. El proceso no ha sido fácil, y ha necesitado de la influencia y ayuda de nuestros queridos directivos italianos que llevaban sirviendo la nueva pasta con mucha salsa "vulgaris" en su tierra. La crisis económica y política no son asuntos que al pueblo interesen, nos han enseñado los italianos y por ende Telecinco, es mucho más importante las discusiones, la navajada de pícaro y los cuernos de cualquier personaje que deja hacerse la autopsia a diario, y muestra sus vísceras al público. 
Si quisieramos buscar un nexo de unión en la programación de Telecinco algunos apuntan al siguiente  concepto: "todo por la audiencia". No soy de esa opinión y lo resumo de una forma más sencilla: "todo por la pasta".
Hay un género nuevo en televisión que yo lo denomino "vulgaris person show" (vps). Alejado de los "talk-show" y de los "reality-show", los "vps" han creado una serie de personajes que son a la vez juez y parte, protagonista y crítico, bufón y rey, pedigüello y rico, mierda y más mierda.
En este contexto es fácil entender que OT versión Telecinco desaparezca el próximo domingo. Nadie de los que se acerca a Telecinco quiere ver una academia con profesores medianamente serios, con un jurado técnico y unos chicos que intentan cantar. Todo sería diferente si Pilar Rubio hubiese conocido a Belén Esteban de profesora de baile, a Kiko Matamoros de crítico, y Jorge Javier Vázquez de director de la academia. Los directivos del citado canal seguro que están pensando en hacer OT "glamour" con Tamara (la mala) como concursante junto a Leonardo Dantes. Entonces, otro gallo les cantaría.

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