miércoles, 9 de febrero de 2011

Fondo de resptiles

Los reptiles son animales que no sueñan con el cielo porque tienen su panza cerca del suelo. Nacen, crecen, se reproducen y mueren cerca de la tierra. No tienen aspiraciones, fuera de su ración diaria de comida y la seguridad que les concede sus instintos. No necesitan más. Tanto es así que muchos animales los envidian, y por qué no decirlo también algunos hombres. Mi hijo está estudiando ahora los vertebrados y los invertebrados, y me preguntó por culebras, serpientes y demás reptiles, y yo en ese momento estaba leyendo lo del escándalo de las prejubilaciones fraudulentas en Sevilla. Me pude lucir con tipo de ejemplos, incluso pude hacer metáforas con esos 37 caraduras que dieron sentido al debate de las jubilaciones y las prejubilaciones.
Andalucia por desgracia sigue siendo diferente. El escándalo de las prejubilaciones falsas destapado en los expedientes de regulación de empleo (ERE) tramitados en la Consejería de Empleo desde 2001 a 2009 ya ha alcanzado al menos a tres cargos politicos. El ex director general de Trabajo durante esos años, Francisco Javier Guerrero, responsable de autorizar el pago de los despidos y subvenciones a las empresas fue detenido y puesto en libertad con cargos hace unos días. Parece ser que todo apunta a que el señor Guerreo fue la persona que elaboró esta estrategia de corrupción. En su declaración a la policía, mencionó que las ayudas a las empresas en crisis provenían de un fondo no reglado, que él llamó 'fondo de reptiles'. La policía cree que Guerrero inventó un «nuevo sistema» de reparto de las ayudas a través del Instituto Andaluz de Fomento (IFA), posteriormente IDEA, para evitar controles y fiscalización, según consta en el atestado enviado a la jueza. 
Un fondo de reptiles para reptiles, tuvo que haber dicho el señor Guerrero. Es especialmente doloroso en estos tiempos en los que a veces las personas no tienen ninguna oportunidad para trabajar, que un grupo de caraduras sin ningún escrúpulo se valieran de fondos públicos para vivir del cuento. Esta historia no ha hecho nada más que empezar, pero parece que promete. 
Después de la conversación con mi hijo sobre los reptiles, ha optado por olvidarse de las víboras y venenos varios para centrarse en las aves que transitan por el cielo y no se contaminan con el barro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Permíteme felicitarte por este artículo, me ha parecido muy audaz,muy original. ¿lo publicas en algún periódico? Una lectora fiel.