Esta época se caracteriza por el desprecio de lo narrativo en pos de lo llamativo. Muchos gabinetes de comunicación se obsesionan por el mensaje y olvidan la historia. Los humanos entendemos la vida de forma narrativa, con presentación, nudo y desenlace. Por eso nos gustan los cuentos desde pequeños.
No olvidemos que nuestros proyectos los tenemos que contar como un relato, no como una consecución de mensajes e imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario