Los llamados agentes sociales se están reuniendo a escondidas con el gobierno. Es muy difícil poder explicar lo que quieren hacer con las pensiones. De lo que estamos seguro es que en el futuro, dentro de 20 años el sistema de pensiones será ciencia ficción. Sin duda quieren salvar la financiación de los pensionistas actuales, por eso se esconden.
Entre rumores insistentes de una posible intervención europea sobre nuestra malherida economía y los alemanes creciendo ya a niveles precrisis, en Málaga estamos de nuevo con los chiringuitos y las prospecciones en el Mar de Alborán.
Sobre los primeros, ningún político se va a atrever a perderse en las arenas movedizas de los mismos estando los comicios electorales tan cercanos y los espetos de sardinas tan esquivos. Los que eran argumentos de peso en el pasado sobre el cuidado medio ambiental de las costas, son en la actualidad anecdóticos. Pero aún así , alguien vendrá que por saco dará. Y si no al tiempo. Así que hay que decirles a los empresarios del asunto que aprovechen ahora que no encontrarán mejor texitura que ésta para dejar zanjado el tema.
Lo del petróleo y el gas tiene su gracia. El vicepresidente Chaves dice que nadie los va a sacar de la costa. Y es una pena. No por su impacto sobre el turismo, sino porque no parece que el Mar de Alborán guarde en sus entrañas ambos tesoros. Si allí se encontraran, no se preocupen ustedes que entonces hasta pondríamos los chiringuitos en las plataformas petrolíferas y el presidente del Málaga haría la nueva Rosaleda en la playa y aquí todos tan contentos.
La Málaga del siglo XXI no puede seguir enfangada en chiringuitos y gases que estén por llegar, mientras existen economías que están en la estratosfera tecnológica ofreciendo nuevas oportunidades para todos aquellos que tienen talento y no se miran el ombligo porque no les queda tiempo.
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