Dorsal 1854

Hoy ha sido el gran día, el de la carrera de 10 Km por Málaga. Me levanté temprano y junto con mi cuñado Carlos, acudimos a la zona de la salida, sita en el Corte Inglés de la Avenida de Andalucía. Allí nos encontramos con nuestro cuñado Javi, y comenzamos juntos la carrera. Javi, que está más entrenado que nosotros, y por tanto corre más rápido, nos impuso un ritmo que nosotros no podíamos seguir, por debajo de 5 minutos el kilómetro. Carlos y yo cogimos nuestro ritmo, y después de 58 minutos aproximadamente llegamos a la meta, los dos cogiditos de la mano, eso sí en señal de victoria. 

La experiencia ha sido buena y soportable. Yo corro por obligarme a hacer deporte, porque entiendo que es bueno para mi salud. Pienso muchas veces que a diario fomento el deporte entre mis pacientes, y de alguna manera tengo la obligación moral de también practicarlo yo. Siempre he hecho deporte, sólo lo abandoné cuando fui directivo y eso fue un error garrafal. No tenía tiempo para nada sólo para reuniones interminables con pocos resultados. Ese tipo de vida, por fortuna la abandoné, y ahora cuando corro tres veces por semana y juego al fútbol también semanalmente, además de sentirme mejor, me reconozco. Eso es muy importante ahora en mi vida. Quiero reconocerme en lo que hago, por todo lo que he luchado. Me importan las personas y quiero ser buen médico, y por supuesto, buena persona. En la anterior foto podéis comprobar lo felices que estábamos los dos cuñados antes de partir a la carrera. En la que sigue podéis comprobar que en el regreso también estaba feliz. Estoy soy  yo, y además me recozco.