Gracias a Regina Otaola

El 27 de mayo de 2007, el milagro electoral se obró en Lizarza. El PP obtuvo el porcentaje mínimo de votos requerido por la ley para que los resultados fuesen válidos y se alzó con la alcaldía de un municipio que había estado siembre bajo la sombra de las marcas electorales de ETA, a excepción del periodo 2003-2007, en el que fue gobernada por un casi desaparecido Joseba Egibar.

Una semanas después, la que acababa de ser cabeza de lista del PP a las Juntas Generales de Guipúzcoa, Regina Otaola, daba un paso al frente y asumía la alcaldía de esta pequeña localidad, situándose de ese modo en el centro de la diana de los terroristas y de sus acólitos.

Desde ese día, la nueva alcaldesa trabajó duramente para conseguir convertir un antiguo bastión de Batasuna-ETA en un espacio de libertad. Izó la bandera española en el ayuntamiento; retiró las pancartas y carteles de apoyo a los terroristas de ETA; limpió las pintadas del municipio; cambió el nombre de la plaza principal del pueblo, que pasó de llevar el nombre de un etarra a llamarse Plaza de la Libertad; y se ocupó de los problemas diarios de los vecinos. 

La semana pasada el Tribunal Constitucional permitía que la coalición Bildu se presentara a las próximas elecciones municipales. En virtud a esta decisión, las víctimas del terrorismo se sintieron nuevamente agraviadas, las personas que se juegan la vida diariamente en el País Vasco volvieron a recordar lo que eso significa en las pequeñas poblaciones, y la mayoría de los españoles quedábamos estupefactos. No podía ser, nos decíamos unos a otros. Pero finalmente ha sido.

Casi con toda probabilidad, Bildu, volverá a hacerse con las riendas de un ayuntamiento que volverá a ser el símbolo de ETA en las instituciones tras cuatro años de normalidad democrática.

Gracias a Regina Otaola y a tantos vascos anónimos la democracia y el apego por la libertad pudo saborearse en la pequeña localidad de Lizarza. En estos momentos de desorientación generalizada, necesitamos  personas como Regina Otaola que arriesgando su comodidad y su propia vida piensan que la vida sólo merece ser la pena vivida desde la libertad y el respeto, y no desde el miedo, la imposición y el rencor. Ese tipo de políticos son los que me interesan.